¿Por qué no hay motivación? ¿Cómo se pierde la productividad en un colaborador? ¿Tiene alguna relación el estrés y el bienestar corporativo e integral? Aquí te contamos.
La ansiedad o angustia por el informe que toca entregar mañana o la reunión que hay más tarde genera estrés. Un estrés normal, en la medida en la que no incapacida las habilidades de la persona. ¿Cómo hacer para que no se convierta en un estrés constante?
Si eres parte del equipo de recursos humanos, jefe, gerente, líder del área o un colaborador que quiere proponer nuevas dinámicas para mejorar la productividad, algunas de las siguientes tácticas y recomendaciones pueden funcionar:
1. Establece y motiva las buenas relaciones
Todo comienza desde el ejemplo, así que si eres líder puedes comenzar a compartir más tiempo con tu equipo y proponer actividades en grupo. Este factor es muy importante para manejar mejor el estrés, ya que se generan lazos humanos más fuertes. Sentir apoyo en los momentos difíciles, y entendimiento ante las dificultades, es determinante para mejorar el ánimo en el ambiente laboral.
El ser humano necesita relacionarse bien para fortalecerse como persona y colaborador.
2. Exige orden y ponlo en práctica
¿Tienes la sensación de tener mucho trabajo y te agobias? Organízate, quizá no es tanto como piensas. Antes de pedir ayuda, divide tus tareas entre las que son prioridad y las que puedes posponer.
Crea metodologías de trabajo tanto para ti, como para tu equipo. Las herramientas que usen deben estar en buenas condiciones, el espacio debe estar ordenado y todo debe estar donde debe estar, ya sea que manejen archivos virtuales o un lugar físico. Esta es una manera de prevenir el estrés en las empresas, aunque parezca curioso.
El espacio de trabajo debe ser armonioso y agradable para generar ganas de trabajar y de ser productivos.
En este punto, debes tener presente que es importante ser tolerante con quien no tiene el mismo orden, pero también se debe exigir un mínimo de este, con el objetivo de facilitar los procesos y agilizar el trabajo de todos.
3. Propón actividades físicas
La actividad física estimula la liberación de endorfinas, y estas a su vez, mejoran las emociones, por lo tanto los ánimos mejoran. Haz un sondeo para conocer los gustos de tus colaboradores o compañeros y propón planes de ejercicios, de acuerdo a las preferencias de todos.
Puedes implementar el uso de las aplicaciones como Fitpal u HOY para que el equipo de trabajo decida en qué clases quiere inscribirse o buscar una para hacer todos al tiempo.
En este punto es importante que establezcan metas y fijen objetivos realistas que puedan alcanzar en un plazo de tiempo como equipo.
4. Implementa ejercicios de relajación y bienestar
Existen ciertos ejercicios de respiración consciente, de relajación o de estiramientos que pueden mejorar el ánimo de quienes los practican.
Lo más seguro es que ni tú, ni los integrantes de tu equipo de trabajo presten mucha atención a la manera en la que respiran. Si comienzan a hacer buenas prácticas de respiración disminuirá la ansiedad y prevendrá el estrés laboral.
5. Haz menos para producir más
¿Qué quiere decir esto? Muchas veces cuesta poner límites, sea cual sea el cargo que tengas. Si tienes muchas tareas y ya te organizaste, como te aconsejamos anteriormente, y aún así sigues cargado, aprende a delegar. Eso sí, procura que sea justa esta delegación, no se trata de sobrecargar a otro.
También puedes poner en práctica la asertividad a la hora de comunicar algo con lo que no estás de acuerdo.
¿Te pusieron una tarea que no te corresponde? Háblalo. ¿Eres el gerente y no sabes cómo gestionar todas tus tareas? Piensa si todas son necesarias y concéntrate solo en esas que serán útiles para tu empresa. Aprender a soltar también nos hace más productivos.
Manifiesta lo que sientes en el momento justo, convoca reuniones o reúnete con el grupo de personas implicadas para tratar cierto tema. Actualiza las metodologías de trabajo, y si es preciso, elimina actividades/labores que no estén aportando mucho a la compañía.
Definitivamente, prevenir el estrés laboral en las empresas, va mucho más allá de lo que crees. Crece la motivación, aumenta la productividad y se reducen los problemas de salud, ya sean físicos o mentales.